Seguro que lo has oído un millón de veces: la primera impresión es la que cuenta.
Y esto no solo pasa con las personas, también se puede aplicar en las empresas y al mercado de trabajo, por supuesto.
📊 ¿Sabías que el 75% de los profesionales tiene un mal recuerdo de su fase de incorporación?
📊 ¿Y que casi el 33% de las nuevas contrataciones busca un nuevo empleo durante los seis primeros meses?
📊 ¿Y que el 69% de los empleados tienen más posibilidades de quedarse en tu empresa durante 3 años si han tenido un buen onboarding?
Así que si te estabas preguntando si merece realmente la pena invertir recursos en crear un buen proceso de onboarding, la respuesta es “sin duda”.
Y es que, si hacemos caso a las cifras, está claro que contar con un buen onboarding es una estrategia ganadora para cualquier equipo de Recruiting.
Así que en este post, aprenderás de una vez por todas qué es realmente un proceso de Onboarding y, lo más importante, cómo puede ayudarte a ti y a tu empresa a tener un equipo más comprometido y atraer más y mejor talento, ¡vamos allá! 🚀
¿Qué es el proceso de onboarding?
Aunque tal vez ya se te ha olvidado, tú también has pasado por ese momento.
Empiezas a trabajar en una empresa, eres “el nuevo” o “la nueva” y no sabes ni dónde está la fotocopiadora.
Y no solo eso… quieres dar lo mejor de ti y demostrar lo que vales, pero es difícil al principio.
Vamos, que cuando empiezas un trabajo nuevo y no conoces a nadie es normal tener 1.000.000 de dudas.
Por otro lado,también tenemos que tener muy presente que, para cualquier equipo de RRHH, esos primeros meses también son críticos.
Sabes mejor que nadie lo que cuesta dar con el perfil adecuado.
Lo último que quieres es que se pierda el compromiso con su nuevo trabajo al poco de llegar, que tenga una baja productividad por causas evitables o (lo peor de todo) que termine abandonando el barco después de sólo unos meses.
Por eso es tan importante trabajar el onboarding.
El onboarding es el proceso de acogida e integración por el que pasa toda persona que empieza a trabajar en una empresa.
El proceso de onboarding garantiza que el primer contacto de un nuevo empleado/a con la empresa vaya como la seda, en todos los sentidos.
Por un lado, la persona recibe toda la información que necesita para arrancar en su nuevo empleo y se siente arropada ante el caos e incertidumbre que puede suponer empezar a trabajar en una nueva empresa.
Por otro lado, un proceso de onboarding optimizado y eficaz ahorra mucho trabajo al equipo de RRHH y al resto de áreas involucradas con la nueva incorporación.
Básicamente, el onboarding es un plan diseñado para ofrecer toda la información, recursos y herramientas que necesita una persona para desenvolverse en su nuevo trabajo.
Si te pones a pensarlo, te darás cuenta de que aquí entran un montón de aspectos diferentes, desde los más prácticos a los relacionados con la cultura y filosofía de la empresa.
El onboarding comienza antes de que la persona acuda a su primer día de trabajo y puede prolongarse durante varios meses.
Su diseño corre a cargo principalmente de Recursos Humanos, eso sí, si queremos que realmente tenga impacto y sea eficaz, pueden y deben participar en él varias áreas de la empresa con el objetivo de dar una visión más amplia a la incorporación.
Por eso es tan importante que todas las personas implicadas se coordinen, sepan qué papel juegan en el onboarding, cuándo deben intervenir y qué mensajes deben transmitir.
Hay muchas formas de diseñar y documentar un proceso de acogida pero, por suerte, ahora contamos con herramientas de onboarding que facilitan mucho la tarea y mejoran la employee experience.
Ventajas del onboarding: por qué deberías cuidar el proceso de acogida en tu empresa
Todos los departamentos de Recursos Humanos cuentan con un plan de acogida más o menos desarrollado.
Algunas empresas se quedan solo en lo más básico, como organizar el papeleo, asegurar los medios técnicos que utilizará la nueva persona y dar alguna formación rápida.
Otras llegan mucho más allá, porque entienden lo importante que es que la persona se sienta acogida, que sepa qué se espera de ella y qué tiene que hacer en esas primeras semanas.
No hay dos onboarding iguales y hay que tener en cuenta varios factores para determinar cómo de compleja debe ser una acogida.
Pero cuando se exprime al máximo, el onboarding ofrece muchas ventajas:
Mejora la productividad, porque la nueva persona sabe desde el principio qué debe hacer, cómo debe hacerlo, con qué herramientas cuenta y cómo se le va a medir.
Reduce la rotación, ya que ayuda a gestionar las expectativas de la nueva persona. Esto a su vez tiene un impacto directo sobre los costes de contratación.
Aumenta el nivel de compromiso porque el onboarding comunica (o debería) la cultura y los valores de la empresa.
Reduce los tiempos que se dedican a papeleos y trámites ligados a la nueva incorporación, que son imprescindibles pero aportan poco valor.
Evita problemas o errores derivados de la falta de conocimiento o inexperiencia.
Mejora el ambiente laboral.
Ojo, esto no lo decimos porque sí.
Si quieres comprobarlo por ti mismo, te animamos a prestar atención a varias métricas de RRHH, como la rotación, el índice de satisfacción de los empleados y los resultados de encuestas a nuevas incorporaciones.
Y si tienes la sensación de que tu proceso de onboarding se está quedando un poco anticuado, esperamos que con este post te animes a ponerlo al día. 😊
Sabemos por experiencia que mejorar un proceso de onboarding de principio a fin es trabajo, pero podemos ayudarte a avanzar más rápido con nuestras formaciones de Employer Branding e Inbound Recruiting.
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